A Rosana Marugán Gómez

Mi hija, mi heroína.  Lo mejor que me ha pasado en mi vida ha sido parirte, traerte al mundo. Fuiste una niña muy feliz, alegre, simpática, curiosa, todo te interesaba.

De mayor querías ser actriz, bailarina, cantante, gimnasta y… todo esto y más lo fuiste.

Eras muy buena estudiante y… amabas la vida.

¡Quiero estudiar Turismo! Nos dijiste, y la primera visita que guiaste en el castillo de Cuellar nos lo dedicaste a papá y a mi, por inculcarte el amor «a las piedras», al arte, a la cultura…

También recordaste al abuelo Florencio, que como preso político paso unos años entre esos muros.

Fue muy emocionante verte tan feliz… amabas la vida.

Aprovechabas el tiempo al máximo; hablabas 4 idiomas, hiciste 3 carreras, pariste dos hijos (nos dejaste dos nietos maravillosos), escribiste dos libros, tenías infinidad de planes, proyectos… amabas la vida.

¿Que tienes que hacer el martes mama?; ¿Dónde vamos hija? Que bien lo hemos pasado visitando iglesias, monasterios, museos, castillos. Eras mi mejor Cicerone.

La vida es arte, dejaste escrito. Amabas la vida, pero la vida no te dio una segunda oportunidad, te fuiste gritando ¡quiero vivir!

Porque amabas la vida…

Rosana, mi niña, valiente, luchadora y libre.

Te quiero, hija, siempre en mi cabeza y en mi corazón…   Mamá.