Mi suegra, Isabel Oliva, fue muy generosa, se hizo cargo de los hijos de su hermana, cuando esta murió. Mi suegra tenía 3 niños de 1, 3 y 6 años, los ingresos económicos en la casa eran escasos, pero a pesar de ello se hizo cargo de los tres niños pequeñitos que dejó su hermana y que tenían edades parecidas a los suyos. No estaban metidos los 3 sobrinos en la Seguridad Social, así que cuando, por ejemplo, si una de las niñas se ponía mala y tenía mas o menos la misma edad que uno de sus hijos, la llevaba al médico como si fuese uno de ellos. La niña se llamaba Conchi y ella le decía, «si te pregunta el médico le dices que te llamas Mariana y la niña lloraba, porque no quería llamarse Mariana”